El voto de Argentina en contra de la resolución sobre mantener su bloqueo de Cuba en la ONU, aisló al país de la mayoría de la comunidad internacional. Con este voto Argentina quedó alineada con países como Irán, Nicaragua y Venezuela. Esto genera dudas sobre la coherencia de la política exterior del gobierno.
Además, José Octavio Bordón expresa su preocupación por la posibilidad de que se inicie una “caza de brujas” dentro del cuerpo diplomático argentino. Esta inquietud surge a raíz de dos hechos que considera alarmantes:
La advertencia del gobierno a los diplomáticos de carrera: El 18 de octubre, el gobierno emitió un comunicado advirtiendo a los diplomáticos de carrera que debían alinearse con la política del presidente. Bordón interpreta esta acción como una señal de que el gobierno busca imponer una línea de pensamiento única dentro del cuerpo diplomático, limitando la libertad de expresión y pensamiento de sus miembros.
La posible auditoría a los embajadores argentinos: Se ha mencionado la posibilidad de realizar una auditoría a los embajadores argentinos para evaluar su alineamiento con la visión del gobierno. Bordón considera esta medida como un intento de “investigar” si los diplomáticos “coinciden exactamente con la interpretación del liberalismo que tiene el actual gobierno”.