Entrevistamos a José Luis Griselli, consultor inmobiliario y ex presidente de Asociación de Defensa de Inquilinos quien hace una evaluación de la problemática que ha dejado la aplicación de la nueva ley. «Tenemos muy poca oferta y muchísima demanda, y con precios muy por encima de lo que el inquilino puede llegar a pagar», indica Griselli.
Esta ley definió que los contratos deben durar tres años y estableció que durante ese período sobre el precio mensual sólo se realicen ajustes anuales con una fórmula que está conformada por partes iguales entre las variaciones mensuales del Índice de Precios al Consumidor y la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables.